altLas relaciones energéticas no pueden darse ignorando los conceptos de la solidaridad y la superación de las diferencias o asimetrías que existen entre las naciones, según una de las conclusiones del primer seminario -taller internacional sobre políticas de integración energética que se realizó en Asunción entre el 28 y 29 de julio.

El evento convocó a varios expertos de Latinoamérica, en torno al debate sobre los aspectos jurídicos y diplomáticos de la integración energética. Estuvo organizado por el Viceministerio de Minas y Energía, del MOPC, con apoyo de la Entidad Binacional Yacyretá y la Entidad Binacional Itaipú.

El objetivo es tener insumos y herramientas para elevar una propuesta de integración energética, que es uno de los ejes de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), de la que Paraguay forma parte en conjunto con los doce países de América del Sur.  La misma fue creada mediante el Tratado Constitutivo firmado en Brasilia el 23 de mayo de 2008.

En este contexto, en el Paraguay, el Tratado Energético Sudamericano ha sido considerado desde el inicio como prioridad en la agenda de la política exterior paraguaya.

Uno de los expositores, el ex ministro de Industria y Energía y actual senador del Uruguay, Sergio Abreu, señaló que la integración es un elemento estratégico de las relaciones internacionales, y hoy constituye un problema más político que técnico.

Por su parte, el asesor de Relaciones Internacionales de la Presidencia de Paraguay, Hugo Ruíz, enseñó que las relaciones energéticas se daban más bien a nivel bilateral y actualmente se ha constituido en un elemento central de la integración, proceso que está enmarcado en conflictos, resultantes de las crisis relacionadas con la disponibilidad de los recursos energéticos de la región.

Según Ruíz, la integración requiere de un principio fundamental que es el reconocimiento de la soberanía de los estados sobre sus recursos, ya que son ellos los actores de la misma.

En las conclusiones, los organizadores consignaron que además de las asimetrías, los tratados no pueden desconocer la cuestión medioambiental, atendiendo que acuerdos anteriores, como la Organización Mundial de Comercio o los tratados de libre comercio y de mutua protección y promoción de inversiones “han antepuesto los intereses comerciales por encima de los Estados”.

Advirtieron además, que “la integración no será posible sin políticas energéticas de los Estados y regiones que desean integrarse, porque en caso contrario la correlación de fuerzas siempre será asimétrica”.

Los “espejos”

En el seminario se desarrollaron casos exitosos de integración energética que podrían servir de espejos para encarar el reto integracionista.

Uno de ellos es la experiencia de Salto Grande, una represa de Argentina y Uruguay, que se ha caracterizado por una buena administración a nivel binacional.

También el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC)  ha sido considerado un ejemplo de integración energética regional de los seis países de Centroamérica, que empezará a funcionar a fines de este año y que fue el proceso de 25 años de negociación. Esta propuesta, realizada entre países más similares y con menos asimetrías que otras regiones, es un ejemplo de integración. Se está proyectando además conectar México y Colombia, lo cual sumado a otros proyectos de integración, puede conectar toda América.

Asimismo, la recuperación de la soberanía de los países sobre sus recursos, como el ejemplo del Canal de Panamá, es posible, pero para ello, consideraron cruciales hacer un frente interno unitario, sumar el apoyo internacional, con toda la heterogeneidad que pueda tener y sumar aliados en el país interlocutor.

Finalmente, plantearon que “la energía sea considerada como un derecho humano, por estar directamente ligado a derechos humanos fundamentales, como la salud, educación, comunicación; lo cual debería ser un proceso de todos los actores, especialmente la comunidad internacional”.

Foto: Expositores de distintos países durante el Seminario Internacional desarrollado en Asunción.


Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *