alt Los consejeros de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) Jaime Giménez Franco y Roberto Colmán realizaron, este jueves, un recorrido por la zona costera de Encarnación para verificar la zona, tras el recrecimiento final del embalse del río Paraná, alcanzado el miércoles último.

“Las obras directamente relacionadas con el llenado a cota de diseño están completas, y no se observó afectación alguna”, indicó en ese sentido, el ingeniero Jaime Giménez. Añadió que las demás obras complementarias seguirán ejecutándose normalmente de acuerdo a los plazos previstos.  “La EBY tomó todos los recaudos para la elevación de la cota, aunque las obras adicionales seguirán, las que son urgentes y necesarias ya están”, indicó.

La Central Hidroeléctrica Yacyretá comenzó a operar en su capacidad máxima de productividad alcanzando la cota de diseño final, concretándose un hito en el marco del plan de terminación de la represa. Con el recrecimiento del embalse, las 20 turbinas podrán producir alrededor de 20.000 Gwh/año y una facturación por año de entre 800 y 900 millones de dólares.

“No hay absolutamente nada que pueda perjudicar a la población, que es nuestra preocupación principal, pero nosotros vamos a hacer el seguimiento, además de las empresas constructoras y los técnicos”, añadió el consejero.

El recorrido en la zona costera fue realizado por los consejeros para observar la obra desde el extremo en San Isidro, hasta la denominada zona Paraná Norte, en el área del barrio Mboi Caé. En varios lugares verificaron la situación en que se encuentran las construcciones, en especial las que hacen a la seguridad del dique de protección, en particular la denominada viga de transición, que garantiza la defensa del tramo construido.

“Principalmente estamos verificando que el dique, el rip rap, la viga intermedia y el códec estén completas, de acuerdo a los informes que estamos recibiendo de los técnicos y estamos observando con nuestros propios ojos, lo que se ha hecho para la cota 83”, sostuvo.

También explicó que se han tomado en cuenta las acciones que tienen que ver con la protección ambiental, como la operación de las estaciones de bombeo, para evitar el vertido en crudo de los efluentes cloacales a los cauces hídricos.

“Yo creo que la entidad tomó todos los recaudos para que la cota suba de acuerdo a que estén completas las obras de no afectación directa a nadie, esa es la intención final”, expresó el consejero.

 Giménez señaló asimismo que es un orgullo cumplir con esta meta, ya que la EBY vino trabajando en un proceso con el Gobierno para conseguir que la represa trabaje en su máxima capacidad y que va a permitir un acuerdo que lo haga financieramente viable y que se puedan concretar otros proyectos como la maquinización del brazo Aña Cuá y Corpus. “Alcanzar esta meta después de 37 años es realmente un logro”, dijo.

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